El poder de la Oración

viernes, 24 de enero de 2014

Las cuatro estaciones


Yo quiero hablar con usted que está pasando por el peor momento de su vida. Usted que está pensando en desistir, pensando que su vida nunca va cambiar. Escucha: “No haga de este problema temporal, algo definitivo en tu vida”. Así como Dios cambia los tempos y las estaciones; ¡Él también cambiara tu vida! ¿Usted cree? Entonces, reciba ahora fuerza para seguir adelante, disposición para superar sus debilidades, en el nombre de Jesucristo sea bendecido(a)...  Sepa que lo mejor de Dios para tu vida aún está por venir.

lunes, 13 de enero de 2014

Mujer Virtuosa

Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepuja largamente á la de piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado, Y no tendrá necesidad de despojo. Darále ella bien y no mal, Todos los días de su vida. Buscó lana y lino, Y con voluntad labró de sus manos. Fué como navío de mercader: Trae su pan de lejos. Levantóse aun de noche, Y dió comida á su familia, Y ración á sus criadas. Consideró la heredad, y compróla; Y plantó viña del fruto de sus manos. Ciñó sus lomos de fortaleza, Y esforzó sus brazos. Gustó que era buena su granjería: Su candela no se apagó de noche. Aplicó sus manos al huso, Y sus manos tomaron la rueca. Alargó su mano al pobre, Y extendió sus manos al menesteroso. No tendrá temor de la nieve por su familia, Porque toda su familia está vestida de ropas dobles. Ella se hizo tapices; De lino fino y púrpura es su vestido. Conocido es su marido en las puertas, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra. Hizo telas, y vendió; Y dió cintas al mercader. Fortaleza y honor son su vestidura; Y en el día postrero reirá. Abrió su boca con sabiduría: Y la ley de clemencia está en su lengua. Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde. Levantáronse sus hijos, y llamáronla bienaventurada; Y su marido también la alabó. Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú las sobrepujaste á todas. Engañosa es la gracia, y vana la hermosura: La mujer que teme al Señor, ésa será alabada. Dadle el fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos. (Proverbios 31:10-31)