El poder de la Oración

miércoles, 19 de septiembre de 2012

El Poder de la Influencia (parte 4)


“Y él es el que muda los tiempos y las oportunidades: quita reyes, y pone reyes: da la sabiduría á los sabios, y la ciencia á los entendidos.”Daniel 2:21

Existen muchas personas que creen que nadie puede huir del destino, hay otras que dicen que no se puede cambiar el destino, pero hay otros que creen que
uno mismo tiene el poder de hacer su propio destino. Dios nos dio el libre albedrío, es decir el derecho para elegir aceptar la vida como esta, o entonces luchar por la realización de nuestros sueños. Y si usted fuera capaz de cambiar sus pensamientos, usted también será capaz de cambiar su destino. El destino no es una cuestión de suerte, es una cuestión de elección; no es algo que se gana, es algo que se logra.

La biblia relata que un hombre llamado Amán, el cual el rey Asuero lo elevó al poder y le dio un puesto por encima de todos su otros servidores. Amán comenzó a odiar a Mardoqueo porque éste no se arrodillaba ni se inclinaba ante él, como hacían los otros hombres. Por ser Mardoqueo judío, Amán procuró destruir a todos los judíos. Él entró en acuerdo con el rey para exterminar a todos los judíos y matar a Mardoqueo en una horca que él había mandado preparar. El día para el exterminio de los judíos ya estaba determinado, el destino de los judíos parecía cierto, hasta porque un mandado sellado con el anillo del rey no se podía revocar. En cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba, tenían los judíos gran luto, ayuno, lloro, lamentación y la ceniza era la cama de muchos. Mardoqueo contó a la reina Ester lo que iba a suceder con los judíos. Hasta entonces ella no hubiera revelado al rey su origen judío. En estos días el rey estaba ocupado y nadie podía llegar delante del rey sin ser llamado, ni siquiera la reina. Cualquiera que fuera delante de rey sin ser llamado, solo había una ley la muerte. Pero Ester decidió luchar y sin ser llamada, ella fue delante del rey. Y dijo Ester: “Si tengo perecer, entonces pereceré”. En otras palabras vida o muerte, pero no voy a aceptar este problema, como si fuera algo definitivo.

Sabe, lo que falta en la iglesia del Señor Jesús son personas valientes. Infelizmente la iglesia esta llena de personas acomodadas y pasivas delante de un destino diabólico. Personas que aceptan lo malo como si no hubiera el bien. Personas que hacen de un problema temporal algo definitivo en sus vidas. A causa del sacrificio y valentía de la reina Ester. En el día que los enemigos esperaban para exterminar a los judíos, fue lo contrario, los judíos tuvieron reposo de sus enemigos, y el mes que se tornó de tristeza a alegría, y de luto en día bueno... (Ester 9:1 y 22) La fe de la reina Ester hasta el día de hoy tiene ha influenciado a muchas personas a no aceptar un destino amargo de brazos cruzados, su fe nos ha enseñado a luchar.  

Cada sueño realizado tiene una historia de sacrificio. No se conforme con una historia de horror, no acepte ser una estrella sin brillo, no se resigne delante de una vida sin sabor, no acepte llevar sueños para el sepulcro, no sea uno mas en la multitud. ¡Sea fuerte! Imagine usted, si Abram hubiera desistido de su sueño y aceptado el destino de brazos cruzados. Él jamás sería el Abraham, que significa “Padre Exaltado”.  Dios quiere hacer de usted alguien influyente en el mundo, Él quiere cambiar su historia: de dar un nuevo nombre, quitar la vergüenza y darte doble honra, hacer que la familia y sus conocidos vean la grandeza en su vida. Lo que Dios pide es que usted confíe en Él, y se entregue 100% en su altar.

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